No eres tu soy yo 2 AngelicalmenteMientras escribía unos pensamientos, esta frase apareció en mi mente, “no eres tu soy yo”, quizás porque todos la hemos oído – o por lo menos yo-, todos hemos sido víctimas de la misma – o por lo menos yo-, y todos la hemos dicho, aunque sea mentalmente – o por lo menos yo-. Lastimosamente, se volvió trivial al ser una forma “decente” de terminar una relación donde el que decidía irse decía algo como “yo te amo, pero no te merezco, el del problema no eres tu soy yo (mientras al fondo suena Te veo venir soledad de Franco de Vita) –o por lo menos así me lo hicieron a mí-” Pero ¿qué pasa si realmente no había problema, que pasa si tú no eres el problema y por el contrario eres tu diciendo la verdad?.

“yo te amo, pero no te merezco, el del problema no eres tu soy yo (mientras al fondo suena Te veo venir soledad de Franco de Vita)”

“No eres tu soy yo”, porque la felicidad no depende de otra persona, no depende de los que dicen los demás, la felicidad es lo que tú te dices a ti mismo para aprovechar tu vida al máximo y en cada instante, luego es cierto que “no eres tu soy yo” quien quiere buscar su propia felicidad, en otro lugar, en nuevas experiencias, y al final en sí mismo.

No eres tu soy yo, porque el deber de trabajar en algo que te gusta no es de tu jefe, es tuya, de buscar en tu corazón y en tu conciencia algo que te apasione, que te motive, luego “no eres tu soy yo” quien forjo mi propia vida, profesional, laboral, intelectual, emocional, para ser feliz conmigo mismo.

No eres tu soy yo, porque la felicidad de la pareja son dos personas felices que deciden caminar juntas, luego si no soy feliz, tu no debes cargar con el deber de hacerme feliz, ni yo contigo, y por ello «no eres tu soy yo” quien debe encontrar lo que me hace feliz, ser feliz y querer compartirlo con los demás.

No eres tu soy yo, porque nadie más debe caminar la vida por mí, nadie más puede aprender por mí, nadie más puedes ser feliz por mí, soy yo quien debo despertar y luchar por sí mismo.

Hoy te invito, que digas “no eres tu soy yo”, para que dejes de esperar que los demás decidan por ti, actúen por ti y solucionen tu vida, porque no eres tú el llamado a hacerme feliz, no eres tú el llamado a aceptar todos mis errores, no eres tú el obligado a hacer mi voluntad, soy yo quien debe ser florecer, ser libre, ser feliz, autentico, consiente y responsable de su vida, ser fiel a sí mismo y amarse tal y como es para poder amar a los demás y ser feliz junto a ellos.

Así que hoy te invito –o por lo menos yo lo hago- a decir con orgullo “no eres tu soy yo”, porque tu propio Yo merece ser lo más importante tu vida y eso aplica para todas las personas.

Te quiero, te respeto, porque me quiero y me respeto a mí misma. No eres tu soy yo.