No dudo que todos sabemos el valor del perdón, pues en algunos casos hemos tenido que perdonar y en otras ocasiones lo hemos pedido. Desde pequeños (o por lo menos en mi caso) nos enseñaron que no debemos guardar rencores y que por el contrario el perdón nos hará libres.
Hoy no te escribo sobre el poder del perdón, pues bastante literatura y consejos te han dado, te escribo porque al igual que tú, yo llevo mucho tiempo tratando de perdonar cosas y encontré que algunas se perdonan con más facilidad que otras y que incluso algunas no las queremos perdonar pues sentimos que hacerlo es una derrota o abrir la puerta para que nos vuelvan a lastimar.
Pero hoy te propongo un ejercicio ¿qué pasaría si te desenfocas de la acción o situación a perdonar? ¿Qué pasaría si olvidas mirar si ese momento es digno o no de tu perdón? ¿Qué pasaría si incluso olvidas quien te ofendió?
Hoy te invito a que por muy difícil que sea, mires los posibles o reales beneficios que esta situación trajo a tu vida. Por ejemplo, que alguien no te dejara copiarse de su examen, lo puedes ves como una lección de honestidad que te enseñó a ser responsable y estudiar y no tomar el camino fácil; que alguien te haya sido infiel, lo puedes ver como una lección para que te honres, te ames y te respetes a ti mismo; que alguien te haga salir del trabajo lo puedes ver como un aprendizaje para afrontar crisis y descubrir tu verdadera pasión. Perdonar es liberarte y quedarte con la enseñanza. Perdonar no implica que volverás por el mismo camino, no quiere decir que seguirás de pareja de quien te traicionó ni que la vida pasa como si nada.
Perdonar es mucho más que eso, es aprender de la situación que quizás donde estabas no eras valorado y que te mereces y debes valorarte, perdonar es enfocar las energías en lo que te conviene y no en lo que te duele, perdonar es dejar de cargar esa culpa que muchas veces nos trasnocha y nos lleva a preguntarnos si hicimos algo mal para que una situación hoy nos afecte.
No te invito a que bloquees el sentimiento del dolor, pero si lo hago para que pienses sobre lo bueno y provechoso de la situación y así agradecer por la bondad de la misma y no aferrarte a lo negativo.
Frases sobre el perdón hay muchas, pero hoy te digo que gracias a ver así las cosas, aprendí a ver el vaso medio lleno y no medio vacío, aprendí que cuando esta medio vacío falta algo que generalmente nos fue arrebatado, mientras que cuando lo ves medio lleno, solo puede esperar cosas nuevas que llegarán con la certeza de que hay espacio para más.
Perdonar no se aprende en un test, no se logra de la noche a la mañana, debe ser practicado cada día, para así perdonar situaciones del pasado, del presente y perdonarte a ti mismo. Pero una vez que lo haces parte de tu vida, se hace ligera la carga y veras la maravilla de liberarte del dolor y quedarte con el beneficio.
Perdonar es liberarte y quedarte con la enseñanza
Recuerda si perdonar fuera fácil no habría ríos de tinta sobre el tema, solo te invito a que le abras la puerta a ver qué pasa en tu vida.
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