Llevo mucho tiempo tratando de aprender a decir No, podría decir que luego de más de una década de practicarlo, hasta ahora entiendo realmente que quiere decir.
Hace un largo tiempo un cliente, léase bien CLIENTE, a quien asesoraba en temas de derecho, me vio tan agotada que me recomendó hacerme unos masajes antiestres, con su terapeuta. Fui sin mayores pretensiones, más bien apenada de que alguien me viera así de mal. Luego de una maravillosa sesión, salí feliz, sintiéndome renovada y con una receta de flores naturales especiales para “aprender a decir no” y pensé “¡qué bueno a ver si dejo de trabajar 24×7 y de ir donde no me gusta!”
Han pasado más de 10 años desde esa cita, y hasta hace poco me sorprendía haciendo cosas que no me interesaban y que no me llevaban a ninguna parte, lo cual realmente no parece muy lógico, ni para mí ni para las muchas personas que me consultan por el mismo tema, pero que en general demuestran que muchos sufrimos del mismo mal. Debemos aprender a decir No.
Decir No, es empezar a pensar ¿qué hago?, ¿Por qué lo hago?, ¿para qué me sirve hacerlo?. es aprender a valorar lo que te gusta, lo que te divierte, lo que te alimenta y por ende lo que te hace mejor persona y un ser feliz. Es mucho más profundo que eludir responsabilidades diciendo que no pagas facturas, por el contrario aprender a decir No, implica un compromiso contigo mismo, con tu camino, con tu felicidad, con tus obligaciones habituales y necesarias, y un respeto y deseo por conocerte a ti mismo.
Después de mucho andar y tropezar, llegué a la conclusión que no es decir no, es decir sí, sí a ti mismo, sí a tus gustos, sí a tus pasiones, sí a tus sueños, sí a tus deseos. Aprender a decir No, es aprender a decir Sí, y ahí surge la transformación, la liberación, pues sueltas ataduras y estacas y encuentras, en la ligereza, la felicidad. Cuando dices No para decir que sí, estas cambiando y bloqueando los efectos negativos de hacer algo sin motivos, sin pasión, sin interés, por los efectos positivos que hacer lo que te gusta, lo que te apasiona y muy seguramente serás inspiración para otros que siguen diciendo que si a lo que no les gusta.
Cuando logras aprender a decir No, en el fondo aprendes a decirte Sí a ti mismo
Hoy te propongo aprender a decir que no, y que cuando lo hagas, pienses en el sí que le estas diciendo a tu vida. Hoy aun trabajo mucho, pero lo hago porque le dije sí a lo que me gusta, aun voy a sitios que no me gustan porque le dije si a la compañía, al aprendizaje, al motivo, y cuando digo no, me quedo tranquila porque no me siento obligada a decir que sí, porque sé que no basta decir que sí para que las cosas se hagan bien.
Recuerda cuando logras aprender a decir No, en el fondo aprendes a decirte Sí a ti mismo.
Me llega al alma este artículo porque aún no he aprendido a decir NO , sobre todo con mi familia
Hola Doris, gracias por escribir. Es cierto como lo dices, decir que NO es difícil y sobre todo a la familia. Pero debemos entender que somos amados por quienes somos, por ser quienes somos, no por cuanto hacemos, cuanto damos o cuantas veces decimos que si. Incorporar el No a nuestra vida es necesario para poder avanzar en nuestro propio camino, y nos libera de muchas ataduras. Namaste!