A veces creemos que si llueve afuera se moja adentro, pero he aprendido que solo llueve afuera cuando antes empezó a llover adentro.
El mundo es solo un reflejo de lo que somos, sentimos y creemos, vemos afuera lo que nuestro corazón vibra adentro. El mundo se vuelve entonces como un espejo que nos muestra nuestros mayores temores y miedos y también de nuestros mayores sueños, anhelos, felicidades y cualidades.
el conocido refrán… dime con quien andas y te diré quien eres, debería ser dime quien eres y te diré con quien andas. Es por ello, que antes de tratar cambiar el mundo es mejor ordenarnos y hacernos bellos por dentro, pues solo así veremos las maravillas que hay afuera y podremos trabajar con ellas para hacer de este nuestro mejor mundo.
Recuerda recibes lo que proyectas, ves lo que eres porque como es adentro es afuera.
Hoy se que no todo lo que empieza tiene que acabar, pues solo debemos acabar aquello que nos acaba a nosotros mismos.
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